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Historia de las pop up stores



Cuando hablamos de una pop up store, de cualquier marca, es muy probable que mencionemos los productos que se venden, de los colores y las formas fuera y al interior de esta, de su ubicación, de la fecha en la que termine e incluso si ofrece algún experiencia en particular.


Empezaremos por decirte que, desde luego, las pop up stores son un tipo de tienda, pero ¿qué es lo que las diferencia de las demás?


A continuación te hablaremos de lo que realmente son las pop up stores y de su historia.


Una pop up store es una tienda efímera en la que durante un período de tiempo determinado una marca promociona y vende sus productos o desarrolla una actividad determinada. En ella, el tiempo es un factor fundamental para lograr el éxito deseado.


El limitado tiempo de esta estrategia comercial hace necesario acompañarla de diferentes estrategias de comunicación y relaciones publicas, incluso desde antes de su existencia física. El contar con diferentes medios y canales de comunicación ayudará a conseguir un mejor impacto tanto en ventas como en promoción de la misma marca/producto, así como de otros objetivos planteados.


Además de comercializar productos y servicios, una pop up store tiene otro propósito importante: la correcta y cuidada exhibición de éstos con el fin de propiciar una estrecha relación con los visitantes de la tienda al mostrarles algo que normalmente no encontrarían en una tienda convencional. Se trata de generar novedad y cercanía entre el consumidor y la marca.


Aquí es donde tenemos que tener en claro que una pop up store es parte del marketing experiencial, donde cada detalle cuenta para crear experiencias y, por medio de éstas, crear reconocimiento de la marca por parte de los visitantes y fidelización por parte de los clientes, sin importar si son nuevos o cautivos. Crear un sentido de relevancia y  asegurar la interacción con los visitantes son parte del éxito de una pop up store.


Generar experiencias únicas, ofrecer productos exclusivos, un trato personalizado para los visitantes, y hacer que los clientes tengan experiencias inolvidables y únicas, son requisitos fundamentales para el éxito de este tipo de tiendas.


Además de lo anterior, este tipo de espacios pueden ser usados para que una marca conozca un nuevo mercado antes de decidirse a invertir en costos que impliquen la renta fija de un local y su respectivo mantenimiento.


Es indudable que las pop up stores son verdaderas herramientas de venta, promoción y de expresión para que una marca pueda potenciar su propuesta de valor en la; por ello, son muy usadas en la actualidad para la comercialización de marcas, productos y servicios.


Las pop up stores han evolucionado muy rápido en las ultimas décadas, pero sus orígenes son antiguos ya que se remontan a los primeros comerciantes viajeros de muchos siglos atrás.


En ese tiempo, las caravanas de comerciantes que viajaban de ciudad en ciudad llevando productos de diferentes lugares, eran la única forma de conseguir artículos de lugares distantes y exóticos. Estos comerciantes ambulantes eran esperados en diferentes épocas del año por los habitantes de diversos lugares con el afán de comprar bienes que normalmente no podían encontrar en su población.


Los primeros mercados medievales fueron muy importantes ya que ofrecían la posibilidad de que distintas poblaciones se abastecieran de diferentes alimentos y otras necesidades, sobre todo antes del invierno. Se sabe que en 1298, el duque Alberto I de Austria dio a los comerciantes de Viena la oportunidad de tener un mercado decembrino, durante dos semanas, para surtir a la población local de diversos bienes necesarios para la época.



En el siglo XIV, se  permitió que diferentes artesanos colocaran diversos puestos bajo el nombre de “El mercado de San Nicolás” donde pudieron vender objetos que los niños recibían como regalos de navidad. Incluso también se colocaron puestos que ofrecían nueces y almendras tostadas. El primer mercado de San Nicolás mencionado en un documento data de 1310, en Munich.


En el año 1384, el rey Wenceslao autorizó al pueblo de Bautzen el derecho de tener un mercado de carne cada sábado del 29 de septiembre (Día de San Miguel), hasta navidad.


Con el paso del tiempo, la tradición se expandió a diferentes lugares de habla alemana. El primer documento que reporta un mercado de navidad data de 1434 durante el reinado de Federico II de Sajonia, Este Striezelmarkt  se llevó a cabo en Dresden, el lunes antes de navidad.


Tiempo después aparecieron otros mercado navideños como el de Estrasburgo en 1570 o el de Nuremberg en 1628.


Ya para la primera mitad del siglo XX, este tipo de mercados se volvieron esenciales en las tradiciones pre-navideñas; muchos de estos mercados siguen existiendo hasta la actualidad y muchos otros han surgido con diferentes atracciones comerciales.



Este tipo de mercados también podemos encontrarlos en otros ejemplos de pop up retailing, como los relacionados con otras celebraciones o tradiciones, ferias y otros eventos específicos.


Como parte de la historia de las pop up stores es importante mencionar los puestos ambulantes de comida, como el camión de los helados u otros postres y el carro de hot dogs, por mencionar algunos.



¿Pero cómo fue el paso de las pop up stores hasta nuestros días?


En la década de los 80, Nicolas Hayek, el creador del reloj Swatch, aprovechó la celebración de eventos importantes para mostrar sus productos; su idea de marketing era "We come to make noise, then We leave"


En 1997 Patrick Courrielche creó el evento Ritual Expo el cual, inicialmente, tuvo una duración de un día, donde combinó música con venta de ropa y comida con la participación de artistas callejeros, cantantes de rap, entre otros. El evento se llevó a cabo en la ciudad de Los Ángeles y fue una de las primeras interrelaciones del retail con el formato pop up store (aunque todavía no se usaba el término). Posteriormente, gracias el éxito del evento, Courrielche se enfocó en crear experiencias de venta temporales, un tipo de centro comercial que viajó por 6 ciudades en dos meses, presentando ropa y accesorios, aparatos eléctricos y eventos culturales y musicales. A esta nueva experencia se le llamó "Ultimate Hipster Mall” la cual reunía a personalidades e influencers del Estados Unidos. Eventualmente vendió Ritual Expo a los creadores de Lollapalooza.


El atractivo en este tipo de eventos fue ofrecer mercancía difícil de encontrar y, a la vez, combinar esta característica con la exclusividad de que el evento duraba solo unos días.

En los años posteriores, marcas como Levi´s, AT&T y Motorola trabajaron con Courrielche para crear experiencias de tiempo corto enfocadas en audiencias jovenes. Patrick Courrielche es considerado como “The parent of pop-up”.


En 1999 la compañía Vacant fue la primera en desarrollar el concepto de tienda temporal. El dueño de la compañía Russell Miller y su equipo, en base a las largas filas que los clientes hacían en las tiendas convencionales para comprar artículos de edición limitada, pensó en vender toda la mercancía de una tienda y cerrarla definitivamente para moverse a otra ciudad, provocando que los consumidores se interesaran y viajaran para comprar los artículos que estaban a la venta.


En noviembre de 2002, Target ocupo un bote de 67 metros de largo para la venta de artículos en el muelle Chelsea, sobre el rio Hudson que coincidió con el black friday.



En febrero de 2003, Vacant abrió en Nueva York  una pop up store en Mercer street la cual estuvo abierta un mes, se dice que 20,000 personas visitaron este espacio donde se podía encontrar mercancía de marcas reconocidas como Dr Martens, Nike, Ecko, Caterpillar, incluso figuras de acción de edición limitada, juguetes de colección y también productos de Puma customizados por artistas locales.


A finales de 2003, Song Airlines abrió una pop up store en la ciudad de Nueva York y en 2004 Ray Kawakubo, fundadora de Comme des Garçons abrió una pop up store denominada “Guerrilla Shop” en la ciudad de Berlin, la cual estuvo abierta durante un año, debido a su éxito el concepto fue llevado a ciudades como Helsinki, Glasgow, Singapur, Hong Kong y Los Ángeles.



La idea de la Guerrilla Shop no solo se centraba en el producto, sino también en la experiencia, de montar estas tiendas en lugares impredecibles, de usar edificios abandonados y y utilizar montajes espectaculares que tuvieron gran aceptación por parte de los consumidores.

En enero de 2004 la agencia especializada en cazar y dar a conocer nuevas tendencias, Trendwatching acuñó el término pop up retail.



En 2008, Nike aprovechando los juegos olímpicos de Beijing, abrió pop up stores en 7 diferentes ciudades de Europa, durante el verano ,con una selección limitada de productos y una serie de eventos, donde las visitas de atletas y celebridades y la ubicaciones de las tiendas fueron parte de las experiencias que rápidamente inspiraron a otras marcas a replicar el concepto.



En noviembre de 2013, Samsung abrió una pop up store en Soho, Nueva York, el espacio funcionó para que los visitantes tuvieran una experiencia nueva con la marca. De ser una pop up store pasó a ser una tienda permanente.


En julio de 2015, Fourth Element abrió la primer tienda subacuática del mundo a una profundidad de casi 6 metros; la tienda estuvo ubicada en TEKCamp en Somerset, Inglaterra.



En la actualidad las pop u stores existen en casi todas las grandes ciudades del mundo, son un gran recurso aprovechado desde pequeños negocios hasta grandes marcas internacionales. Incluso no solo es un concepto usado únicamente por la industria de la moda, ya que también existen Pop up Restaurants, Pop up Hotels y Pop up Galleries.


Su atractivo principal radica en su concepto efímero que aprovecha el FOMO (fear of missing out) en el público, principalmente de las jóvenes generaciones que están ávidas de nuevas experiencias y no quieren perderse alguna. Estas condiciones favorecen que las pop up stores sean diseñadas para ser instagrameables y la experiencia pueda ser compartida por los mismos visitantes.


El diseño de un pop up store requiere de una estrategia bien definida y una planeación bien organizada, donde se deben tener claros los objetivos, un profundo conocimiento del cliente, definir experiencias únicas para los visitantes, determinar el  tipo de montaje y desmontaje se usará, además de obtener permisos y definir las métricas para medir los resultados y poder tomarlos en cuenta para otros eventos.


Nuestro deseo es que esta breve reseña sobre las Pop up Stores haya sido interesante para ti y te sea de utilidad.


Si tienes la inquietud de crear un Pop up Store para tu marca, comunícate con el equipo de Visual Merchandising Lab, te ayudaremos a crear la mejor estrategia para lograr tus objetivos de venta y marketing.


A continuación puedes ver algunos ejemplos de Pop up Stores en diferentes partes del mundo



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